jueves, 31 de octubre de 2013

Los Cuatro Pilares de la Educación

Jacques Delors opina, que en la educación se deben manejar los cuatro aprendizajes fundamentales. Las exigencias son que la educación facilite el mapa y la brújula para el  desarrollo integral de la personalidad de los estudiantes, cualquiera sea su edad, como personas, esto es, en cuanto a los recursos y competencias personales, y las orientaciones para que tengan éxito. Y los aprendizajes que desarrollará durante el texto son: Aprender a Conocer, Aprender a Hacer, Aprender a Vivir juntos y Aprender a Ser, introduciéndolos no desde una perspectiva instrumental sino global que ayude a las persona a su realización como tal.

Aprender a Conocer. El autor lo expone como medio y fin, como el aprendizaje de comprender lo que nos rodea y como una forma de hacerlo gozosa, motivadora y que vincula a los intereses de la persona con la comprensión y el conocimiento de lo que experimenta y tiene a su alrededor. Señala también que este conocimiento tiene dos vertientes: una cultura general de la sociedad y su evolución y otra más especializada dirigida a la proyección de cada uno de nosotros según nuestras motivaciones. Destaca la importancia de la investigación y propone que se haga desde la cooperación. Profundiza sobre el hecho de Aprender a Aprender subrayando aspectos como la memoria que propone selectiva y asociativa, la atención que recomienda de percepción abierta y de carácter provechoso y el pensamiento que indica desde su perspectiva deductiva y también inductiva (concreción y abstracción). Por último señala que la adquisición de conocimientos es un proceso sin fin que permanece mientras se experimenta la vida.
Aprender a Hacer. Se plantea Delors dos cuestiones: ¿Cómo enseñar a poner en práctica lo aprendido? y ¿Cómo adaptar la enseñanza al nuevo mundo laboral?. Contextualiza el mundo laboral desde la dualidad de trabajo sustituible por máquinas y la capacidad que perseguimos de posibilitar empleo. Destaca que en la evolución de la sociedad en la que vivimos la calificación profesional ha dejado paso a la adquisición de competencias viendo al trabajador desde una perspectiva más humanizada e integral, y desarrolla la idea de la necesidad de un/a trabajador/a que aúne técnica con aptitud y capacidad interpersonal, poniendo énfasis en el sector de los servicios. Y por último, formula su visión del trabajo en las economías en desarrollo, recalcando la importancia en ellas, de la calificación social y formación profesional, y el interés que tienen por modernizarse cara a un futuro, resaltando el carácter de reto común entre las economías en desarrollo y las desarrolladas de todo este proceso.
Aprender a Vivir juntos. Comienza este aspecto hablando de la contradicción que se genera de querer educar en la noviolencia, la resolución de conflictos y la interculturalidad y a la vez exaltar como intereses generales el espíritu competitivo y el éxito individual. Y expone dos orientaciones para afrontar esta cuestión: por un lado Descubrir gradualmente al otro desde la diversidad, las semejanzas y la interdependencia y desde la capacidad de empatía, y por otro lado Participar en proyectos comunes que se caractericen por tener puntos de convergencia e interés común.
Aprender a Ser. Creo que la mejor manera de resumir este apartado es poniendo literalmente cual es el principio fundamental de esta Comisión de la UNESCO:
la educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por si mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.”
Y dentro de este contexto remarca el peligro de deshumanización a partir del hecho tecnológico, la importancia de la innovación y cambio social y la necesidad de la creatividad y la imaginación como herramientas para ello, lo fundante de las oportunidades y las experiencias a las que tenemos o deberíamos tener acceso como personas y acaba expresando que todo esto que se explica en el texto es un proceso que va del nacimiento hasta la muerte y del conocimiento de uno mismo al de los demás.
Valoración Personal
En general estoy de acuerdo con el texto, creo que quita telarañas y enfrenta la cuestión educativa desde una visión innovadora y esperanzadora. Me produce especial vibración los dos últimos aprendizajes porque se encuadran dentro de una perspectiva más integral de la persona y porque incluyen factores reales y deseables. Puedo sonar a utópico, pero creo firmemente que los deseos y las utopías son realmente el motor de las personas y de las sociedades para que se den los cambios que nos hagan evolucionar positivamente, y solamente creer en ellos y ellas hace infalible el reto de que seamos felices en el mundo en el que vivimos, desde la perspectiva de la educación, y más aún desde la perspectiva de seres humanos que somos.
Quisiera también explicar algunas ideas del artículo que me producen interés, desacuerdo o polémica:
1.- En primer lugar, la sensación positiva que me deja la lectura del texto se nubla cuando pienso en mi día a día, es decir me planteo, como hace Delors en el comienzo del apartado de Aprender a Hacer, cómo se puede concretar este marco general y teórico en cada una de las sociedades, de las escuelas y de las aulas de este mundo. Y lo destaco porque me parece lo realmente complejo, en esta concreción surgen las polémicas, los conflictos, los abandonos, los miedos, las inseguridades, y es normal porque cada contexto tiene unas necesidades, unos medios y una cultura, pero no se podrían trabajar unos criterios generales que ayudasen a pasar de este marco a la realidad de cada territorio. Y cuando hablo de criterios generales me refiero a unos más concretos de los que ya nos da el texto como por ejemplo, cómo incluir estos aprendizajes en los planes de estudios de las universidades de magisterio, cómo hacer para priorizar lo educativo en los presupuestos generales de cada gobierno, marcar unas pautas jurídicas que ayuden a los gobiernos a llevar a cabo la declaración de los derecho fundamentales. Supongo que esta pregunta nos la hacemos todos, pero por qué si nuestro sentido común nos llama a pensar de esta manera, luego el mercado y la política consiguen diluir todo esto con artimañas mucho más superficiales a los intereses profundos de los seres humanos. Y por último, y en este mismo sentido, cómo afectará este cambio a cada una de nuestras psicologías, quiero decir que estos cambios que queremos realizar suponen también cambios en la forma de pensar, de temer, de confiar, de poseer, cómo haremos para posibilitar, desde esta perspectiva, los cambios que nuestros deseos y nuestras utopías nos piden.
2.- En segundo lugar, quisiera preguntarme por el tema del espíritu competitivo y el éxito individual del Aprender a Convivir conjuntamente con el del rendimiento y la productividad del apartado de aprender a Hacer. Creo que están desarrollados con mucha lucidez, pero deberíamos verlos desde una perspectiva social, y cultural, y política, y económica quizá así podríamos proponer cambios que realmente hiciesen poder convivir las necesidades materiales con las necesidades espirituales, sin hacer que unas inhiban a las otras, y tratándolas a ambas como partes de uno mismo desarrollo personal.
3.- En tercer lugar me gustaría señalar del último párrafo del Aprender a Convivir, cuando busca puntos de convergencia en el deporte, la cultura y las actividades sociales entre economías en desarrollo y desarrolladas, porque no me parece que sea un consenso que las actividades sociales sean un punto en común. Sí, si hablamos de una compasión superficial, incluso de una preocupación por el propio territorio, pero, y ojalá me equivoque, no lo veo igual si hablamos de un sentimiento de solidaridad profundo, y hablo desde los gobiernos hasta las personas. Para que este fuera deseable por todos tendríamos que dedicarle más tiempo en casa y en el parlamento para ver realmente lo que significa y cómo ayudarnos a nosotros/as mismos/as para poder situarnos desde esa perspectiva solidaria profunda. A mi mismo se me plantean un montón de inseguridades, pero en el fondo del corazón aflora una sensación de felicidad que me basta.
Bueno me despido. Me gustaría poder hablar de otras cuestiones que han surgido en el texto y veo interesantes. He intentado priorizar las que más me movían a escribir. En cualquier caso me gustaría acabar desde una perspectiva positiva, ya que la valoración ha sido un poco severa, y es que a pesar de encontrarme muchas veces con esta visión desoladora, he tenido la suerte de experimentar en mi vida, en más ocasiones, esta otra visión esperanzadora que todos deseamos, porque en el día a día el cambio se hace posible, aceptando el miedo y el conflicto como hermanos de camino, y sabiendo leer el amor y la bondad que hay en cada uno/a de nosotros/as.

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